Quedan quince días para volar a Senegal, y no porque vayamos en avión, sino porque para Hilvanes Solidarios que comenzó su andadura en la parroquia del Carmen de la Estación de Pozuelo es todo un vuelo alto. Hace unos años a instancias de don Ricardo, el párroco anterior, nació este grupo que cosía para las misiones. Son muchos los envíos y muchas las casullas, pero… ¿porqué seguir dándoles el pescado en vez de enseñarles a pescar?
El curso pasado Regina, una religiosa del Niño Jesús misionera en Senegal, en uno de sus frecuentes viajes a España para tratar una enfermedad decidió comenzar a animar a las integrantes de Hilvanes a llevar patrones y enseñar la labor que se hacía en su Escuela para mujeres en el desfavorecido barrio de Sam Sam III de Dakar.
El reto estaba ahí, y el señuelo también. Algunas de las pulseras que hacen estas mujeres llegaron al equipo sacerdotal, poco dado a llevar nada en las muñecas,
Esa pulsera ha sido desde entonces como el resurgir de una llamada que siempre estuvo en el corazón del párroco y que tuvo que acallar por obedecer a la Iglesia.
Anzuelo, sedal… solo faltaba darle caña, y empezamos a preparar el viaje, a ponernos en lo peor, a animarnos los unos a los otros, a sembrar dudas, a superar las dificultades. A buscar la financiación y a embarcar a los mas posibles. A desembarcar a los que no pudieron o no quisieron. A responder a preguntas y a hacernos otras muchas y, como no, a contar con la retaguardia: a pedir oraciones a ese montón de personas que sostienen y empujan a los que están llamados, porque Dios lo quiere, a ser punta de lanza.
El comienzo del mes extraordinario misionero que ya se va supuso en la parroquia volver a hacer un Mercadillo en el que muchas personas han colaborado y hemos podido recaudar casi 7.800€ para ayudar a la misión. Ahora ellos tienen también su parte, pero sin tener que vacunarse.
Este es un primer post, pero habrá mas. ¿Por qué Senegal? Y ¿Por qué no?