Este viernes 11 a las 20 horas celebraremos la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela. Invitamos a festejar y particicipar a toda esa comunidad hispanoamericana.
Además de tener muchos hermanos de ese país entre nosotros tenemos una colaboración con los salesianos de Venezuela a través de Monseñor Divassón. Son muchos los envíos de medicamentos que hemos mandado hasta allí.
Os adjunto la última carta de Monseñor, que este año no ha podido venir a descansar este año con nosotros:
Caracas, 25 de julio del 2020
Rvdo Padre Jesús y Comunidad Cristiana de la Parroquia
Nuestra Señora del Carmen:
Recordados D. Jesús y miembros de la Comunidad:
Hace tiempo que quería enviarles un saludo y agradecerles la ayuda que nos están enviando desde hace ya largos meses. En realidad, cuando menos uno se lo espera se le complica la vida. No es que la mía sea muy compleja, porque el hecho de ser ‘emérito’ significa no estar tan metido en muchas situaciones no siempre fáciles, pero realmente no falta qué hacer. Les puedo asegurar que cada mes, con absoluta puntualidad, nos llegan 3 cajas de medicinas y comida que, se encarga de enviar mi cuñado, D. Gerardo López, en nombre de la parroquia.
Vivo en una comunidad salesiana de Caracas, la casa provincial, en la que se ha abierto una pequeña farmacia que está al servicio de los familiares de los salesianos, (en particular de los que están en formación), del personal que labora en estas instituciones y de muchas personas vecinas, o muy relacionadas con la comunidad. Es mucha la gente que se beneficia con este servicio. Es en parte ‘gratis’, porque el salesiano que dedica más tiempo a esta labor suele concluir las donaciones diciendo que esto tiene un precio: una oración por la gente generosa que ha aportado algo para que pudiéramos tener esta ayuda. Como pueden ver, les tenemos muy presentes y estamos agradecidos.
Recibíamos también medicinas de otros lugares, en particular de las provincias salesianas de nuestro entorno; pero el aislamiento que se ha impuesto en Venezuela, por motivo o excusa de la pandemia, lo ha hecho imposible. Hemos podido contar con lo que nos llega de Uds. y también de Cáritas de Venezuela que ha compartido con nosotros pate de lo que les llega. Es muy grande el bien que se hace, porque una gran parte de la población no tiene acceso real a la obtención de medicamentos.
En los últimos años visité con frecuencia mi familia de Pozuelo, en parte por vacaciones y, sobre todo, por exigencias del Sínodo de la Amazonía, por ser miembro de la Comisión Presinodal, y aproveché breves escalas de paso hacia Roma para pasar por Pozuelo. Este año no va a ser posible porque en Venezuela estamos ‘confinados del todo’, sin idea alguna de cuándo habrá vía libre para los desplazamientos internos (sin exigencias de ‘salvoconducto’), ni de cuándo se reabrirán los vuelos comerciales (nacionales e internacionales). Echo de menos las Eucaristías celebradas con la Comunidad, pero sigue la esperanza de que las cosas pueden cambiar.
Muchas gracias, de nuevo, a todos Uds. y que el Señor y la Virgen del Carmen les colmen de bendiciones.
Mons José Angel Divassón
Obispo Emérito del Vicariato de Puerto Ayacucho, Venezuela
¡Oh, Santísima Virgen María de Coromoto, Madre de Misericordia!, confiamos a la amada patria Venezuela a Tu Amoroso cuidado. Madre querida, te suplicamos reclames como tuya esa Tierra de Gracia, para Gloria de Tu Divino Hijo Jesucristo, verdaderamente presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en el Santísimo y Divinísimo Sacramento del Altar, a quien Venezuela le ha sido consagrada.
Afligidos por los pecados de la nación, clamamos a Ti desde lo más profundo de nuestro corazón, suplicando Tu amparo y protección. Apiádate de nosotros, míranos con misericordia y toca nuestros corazones. Ilumina nuestro entendimiento, ayúdanos a comprender cuan valioso es el don de la vida, y el ejercicio responsable de la libertad humana. Líbranos de todas las falsedades que conducen al terrible mal de negar toda vida.
Concédele a los habitantes de la nación venezolana la sabiduría, para que reconozcan que Venezuela fue fundada al amparo de la Ley de Dios, y que sólo Él es la Fuente Verdadera de nuestros más preciados derechos: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Oh, Madre Misericordiosa, infúndenos valor para rechazar la «cultura de la muerte» y todo camino que niegue a Dios, y muéstranos el camino al Milenio de la Vida. Confiados en tu poderosa intercesión, suplicamos:
Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María de Coromoto!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección e implorado tu socorro, haya sido desamparado, de Ti: Yo pecador, animado con tal confianza, acudo a Ti, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, a Ti vengo, delante de Ti me presento gimiendo. No desprecies, oh Madre del Verbo Encarnado, mis humildes súplicas; antes bien, óyelas y despáchalas favorablemente.
Amén.