Con esta afirmación se concluyó la charla inaugural de este curso 24-25 de Gintonic con fe en la Parroquia Nuestra Sra. del Carmen de Pozuelo. La ponencia “Inteligencia artificial” corrió cargo del Gonzalo Génova, Ingeniero y filósofo, profesor del departamento de informática de la UC3M y vicepresidente de la Sociedad de Científicos Católicos de España. Como divulgador escribe la bitácora “De máquinas e intenciones – Reflexiones sobre la tecnología, la ciencia y la sociedad”.
La exposición comenzó con la pregunta ¿Existe la inteligencia artificial? Para desgranar posteriormente qué es inteligencia y qué implica el componente de artificialidad en este contexto. “Las máquinas se definen por su finalidad. Es decir, no por lo que hacen, sino por lo que tienen que hacer”. Por otro lado, “reduciendo la definición de inteligencia se diría que se entiende como la capacidad de reconocer, jerarquizar y resolver problemas. La inteligencia por tanto se puede medir y entrenar”.
Entrando en lo que entendemos por IA (Inteligencia Artificial), como es una máquina capaz de resolver problemas, es inteligente. Para Gonzalo Génova “hay que temer a la IA como a cualquier artefacto porque:
1. Cualquier máquina de puede estropear, funcionar mal, y crear soluciones erróneas por lo que no puede considerarse infalible.
2. Porque pueden tener efectos no deseados por aspectos que no estaban previstos, es prácticamente imposible prever todas las variables.
3. Pueden ser usados deliberadamente para hacer el mal. Hemos delegado tanta capacidad de decisión en las máquinas que empieza a ser peligroso, porque puede ser saboteadas.
4. Lo que nos quita de ser humanos. Y este es el verdadero peligro porque la IA puede aprender a predecir y por tanto manipular nuestros comportamientos, inducir pensamientos y emociones
La charla que se enmarca dentro de la actividad “Catecismo para Dummies” se celebra habitualmente los terceros viernes de mes. Las sesiones consisten en una exposición de un experto en un tema abierto, luego preguntas y, ya en un ambiente distendido un diálogo y compartir un picoteo (y sí, ¡por supuesto hay gin-tonic!)