Ahora y más que nunca los voluntarios de Cáritas escuchan atentos las necesidades del otro y con ingenio tratan de paliar las carencias tecnológicas de muchos niños.
Siguen trabajando para ayudar a estas familias para que sus hijos puedan mantener los hábitos de estudio necesarios para su proceso educativo, ofreciendo un apoyo escolar, emocional y de confianza.
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