Cándido Castán

Cándido Castán
Martir

El 10 de noviembre hubo una conferencia en la parroquia sobre El beato Cándido Castán

La conferencia la dictó el padre David López Moreno, OMI,  y abordó la vida y el compromiso cristiano del Beato Cándido Castán, (1894-1936)  que fue beatificado junto a 22 religiosos oblatos, sacerdotes y seminaristas. Cándido, laico y padre de familia, murió como mártir en julio de 1936, en un contexto social y político sumamente difícil. Su testimonio martirial fue presentado no como un hecho aislado en su vida, sino como la rúbrica de una vida dedicada a Dios y al prójimo.

👨‍💼 Vocación: El Compromiso Social y el Sindicalismo Católico

Cándido recibió una sólida educación cristiana en su familia. Su carrera lo llevó a trabajar como interventor para la Compañía del Norte de España (ferrocarriles). Su pasión se manifestó en el campo del sindicalismo católico, que él consideraba su vocación pública específica.

  • Fundador y Líder: Fue casi el fundador del sindicato ferroviario católico en Madrid, atrayendo a numerosos obreros. Su actividad incluyó visitar talleres, crear academias nocturnas y establecer una biblioteca para la formación de los trabajadores.
  • Confederación Nacional: Su fama y dedicación lo llevaron a ser Vicepresidente (1919-1924) y luego Presidente (1924-1932) de la Confederación Nacional de Sindicatos Católicos, que llegó a agrupar a más de 60.000 trabajadores.

🤝 El Compromiso Político y el Diálogo

Durante la Dictadura de Primo de Rivera, Cándido asumió cargos públicos como concejal de Madrid y Asambleísta (equivalente a parlamentario). Utilizó estas plataformas para defender a los pobres, luchar por mejores condiciones laborales (como la reducción de horas de jornada para los mineros) y promover el bien común.

  • Talante Dialogante: Supo dialogar con figuras de diferentes ideologías, incluidos socialistas como Largo Caballero, sin renunciar a sus profundas convicciones católicas y sociales. Un ejemplo de su grandeza de espíritu fue el telegrama de pésame que envió a los socialistas por la muerte de Pablo Iglesias, destacando que les unían las “comunes aspiraciones de mejoramiento de nuestra clase obrera”.
  • Distinción Ideológica: A pesar del diálogo, se opuso firmemente a la deriva revolucionaria marxista de la izquierda al inicio de la República, denunciando las huelgas que buscaban minar al Estado en lugar de mejorar las condiciones obreras y la violencia.

El Papa Francisco y San Juan Pablo II han afirmado que la política es una de las más altas formas de caridad; Cándido comprendió esto, viendo en su compromiso una forma de llevar adelante las virtudes evangélicas.

🙏 El Secreto de su Fuerza: Vida Interior y Martirio

La fuerza para su intensa actividad pública la obtenía de su profunda vida interior.

  • Adoración Nocturna: Su “secreto” era la oración ante el Santísimo Sacramento. Fue un miembro activo de la Adoración Nocturna en Madrid, asistiendo a las vigilias mensuales de 1926 a 1930 sin falta.
  • Devociones: Era devoto del Sagrado Corazón de Jesús (que entronizó en casa), de la Santísima Virgen (rezaba el Rosario a diario), de San Rafael Arcángel (cuya medalla llevaba siempre) y de Santa Teresa.

Los últimos años podemos decir que fueron de purificación. Renunció a la presidencia de la Confederación (1932) y tuvo que aceptar el aparente fracaso de sus proyectos: la escasa influencia del sindicalismo católico y el avance del ateísmo y la revolución. Esta situación de aparente fracaso lo ayudó a crecer en la fe.

Martirio

⛓️ Detención y Actitud de Paz

Al estallar el Alzamiento, milicianos registraron su casa en Pozuelo de Alarcón. A pesar de las amenazas, Cándido se negó a huir a Benicarló como le aconsejó su esposa, Francisca. Su respuesta fue: “yo no he hecho nada malo”.

  • Aunque ya no tenía cargos públicos, su firme condición de católico lo señalaba.
  • Su hija recuerda que, durante su “prisión domiciliaria”, Cándido mostró una actitud de “tranquilidad” y sufrimiento en la oración, manteniendo siempre la medalla de San Rafael en la mano. Estaba dispuesto a dar su vida por amor a Jesucristo.
  • Paradoja del Martirio: Es un contundente símbolo que un hombre que dedicó su vida a buscar el bien obrero a través del diálogo y sin violencia, muriera a manos de quienes se autodenominaban representantes del proletariado. Como afirmó el Papa Pío XII, el comunismo persiguió especialmente a quienes trabajaban con celo entre los pobres.

🌃 La Noche Final

El 23 de julio, cerca del mediodía, los milicianos regresaron para llevarse a Cándido al Convento de los Padres Oblatos. En el camino, se encontró con Francisca y su hijo pequeño, a quienes alcanzó a entregar su anillo de casado y las llaves de casa.

En el convento, Cándido compartió cautiverio con siete oblatos.

Uno delos supervivientes, Felipe Diez, relató el estado de ánimo de los prisioneros: “Me salían actos de amor a Dios, de perdón hacia los que pensábamos que nos iban a fusilar y de ofrecimiento de la vida por los que nos mataban, por la Iglesia y por España. Todos estábamos predispuestos a la muerte y entregados plenamente a Dios.”

A las 3 o 4 de la madrugada, los milicianos los sacaron. Cándido Castán fue nombrado junto con los oblatos: “Juan Antonio Pérez, Pascual Aláez, Cecilio Vega, Manuel Gutiérrez, Justo González, Francisco Polvorinos, Juan Pedro Cotillo, Cándido Castán.”

Fueron llevados en coche a la Casa de Campo, donde fueron ejecutados sumariamente con disparos, en lo que se conocía como un “paseo”.

los mártires oblatos

Un testimonio ocular, recogido por una hermana de San José de Cluny, confirma el momento: “Murieron piadosamente, uno besando su crucifijo”.  Este testimonio subraya que Cándido y sus compañeros aceptaron la muerte con serenidad y fe.

🔎 Lugar de Martirio y Sepultura

Las investigaciones, basadas fundamentalmente en la Causa General, confirman que el lugar del martirio fue con certeza la Casa de Campo o sus cercanías.

En cuanto a la sepultura, un certificado del Ayuntamiento de Pozuelo es el único documento que relaciona directamente el hallazgo del cadáver de Cándido Castán con Aravaca, indicando “Varias de arma de fuego” como causa de muerte. La hipótesis más viable es que fue asesinado en la Casa de Campo y sus restos fueron trasladados al Cementerio de Aravaca para ser enterrados, aunque no hay certeza completa. La cuestión de su sepultura exacta se mantiene abierta a futuras investigaciones.

💔 La Mañana del 24

Esa mañana, Francisca, la esposa de Cándido, fue al convento para llevarle el desayuno, pero los milicianos le dijeron que ya no estaba allí y le mintieron sobre su paradero.

Francisca regresó a casa para buscar ropa y, junto a sus hijos, partió a Madrid para buscarlo. Al volver, se encontraron su hogar ocupado y saqueado. Tuvieron que huir a Benicarló (Castellón) para pasar el resto de la guerra.

A pesar de no encontrar su cuerpo, Francisca conservó el resto de sus pertenencias encontradas entre las ruinas de su casa “toda su vida en recuerdo de su marido”, honrando la memoria de su esposo, el Beato Cándido Castán, un laico fiel hasta el martirio.

Beatificación

Cándido Castán fue beatificado en 17 de diciembre de 2011 por el Cardenal Angelo Amato, delegado del papa, en la Catedral del N. S. de la Almudena junto con 22 religiosos Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Haría falta un milagro reconocido canónicamente para su canonización.

 

El domingo 16 se bendijo el cuadro y se puso al culto de los fieles. Desde entonces pedimos que haga un milagro para que pueda ser canonizado.  Puedes ver el acto AQUI

Se leyó la explicación de la autora, Mer Dubié. Una joven artista multidisciplinar. Puedes conocer mejor su obra AQUI

o seguir leyendo su explicación mas abajo:

Este cuadro, que en un origen iba a ser un retrato de Cándido Castán, ha acabado convirtiéndose en un relato completo, en una representación múltiple que quiere hablar sobre la historia y la entrega de un hombre, la dedicación a su familia, el esfuerzo en el trabajo, la devoción a la Virgen del Carmen y la consumación de su vida a través del martirio, junto a los sacerdotes y seminaristas oblatos. 

 

Hace un año Don Jesús me preguntó si sería capaz de retratar a una persona beatificada de la parroquia, a Cándido, un hombre del humilde barrio de La Estación de Pozuelo y trabajador ferroviario, esposo y padre de dos hijos y fiel feligrés de la parroquia por vivir en la Colonia de San José. Al leer sobre su vida, empecé a comprender que su historia no se resumía en su trágico final; que además de su martirio, su vida era causa de su santidad y que por ello, necesitaba formar parte del cuadro para hablar de él.

 

 Esta obra ha querido recoger los aspectos más remarcables de su vida, queriendo representar también Pozuelo – Estación. Esto último se puede ver en la parte izquierda del cuadro, la antigua estación de ferrocarril, dónde trabajaba y el antiguo templo del Carmen, dónde participaba activamente de la vida de la parroquia. En la parte derecha está pintada una representación simbólica. Por un lado, tenemos las vías del tren, que hacen referencia al oficio de Cándido. Pero esas vías del tren guían hacía un atardecer luminoso y algo atormentado, sin llegar a ver que puede haber al final de él. Por las vías caminan los mártires oblatos, siguiendo el camino en el que les guía la Estrella de la Virgen del Carmen sobre el horizonte, rodeados de los altos pinos de Casa de Campo, lugar de su fusilamiento la madrugada del 24 de julio de 1936. 

 

Y en el centro de la obra aparece el protagonista, Cándido. Pese a que pensé mucho e hice distintos bocetos y bocetos, llegué a la conclusión que tenía que ser representado junto a su familia, su gran pilar y su hogar. Su hija Teresa era la que se encontraba en la casa en el momento de su arresto. Esta niña, que iniciaba su juventud, tuvo que recibir de su padre las llaves de su casa, aceptando sola la angustia y la impotencia de ver cómo se llevaban a su padre, quien intuía su final. ¡Cuánto sufrimiento tuvo que soportar ese gesto, ese aceptar sin entender, ese tener que hacerse cargo desde entonces, como apoyo de su madre y guía para su hermano pequeño, José María, quien se agarra a su padre, intentando evitar su marcha!

entrega del anillo de casado

Más tarde en la noche Francisca, su mujer, pudo verle por última vez. Entonces Cándido le entregó su anillo de casado, como símbolo de la familia que habían construido juntos y que él sabía que le arrancarían de ella. Quiero pensar en la fe de Francisca, una fe que tuvo que ser fuerte, sabiendo lo que le pedían. Una fe que tuvo que mantenerse fuerte toda la vida. Una fe quizás parecida a la de Cándido, un aliento para él en los últimos momentos, como en Getsemaní. 

 

Y por último, Cándido Castán, figura central entre su familia, seguro de sí, esperanzado, con una mirada de amor y comprensión que nos cuesta imaginar en tales momentos, pero que demuestran la determinación en su amor a Dios. Sin dudar. Él sostiene a su familia, cada uno de ellos, su sufrimiento y sus dudas, su dolor y nos indica cuál es el camino, a Quién tenemos que mirar en nuestra desesperación. Su mirada dulce quiere ayudarnos cuando nos sentimos como su mujer, como sus hijos. 

 

Humildemente, deseo que esta obra pueda ayudar a dar a conocer más la vida de Cándido Castán y ayudarnos a entender que la santidad es posible, en el día a día, en cada aspecto de nuestra vida, incluso en nuestros días. 



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